Termina el Rodaje de "La Niña de Maracaibo"

Luego de un gran trabajo de equipo la película “La niña de Maracaibo”, llegó al final de su plan de rodaje, augurando un gran éxito en la taquilla puesto que la realización del film cuenta con los elementos necesarios para ser un buen ejemplo del mejor cine venezolano.

Con maravillosos paisajes grabados en la guajira, con un gran equipo de actores y realizadores, este film espera estrenarse en el mes de septiembre en el teatro Baralt y en el festival internacional de cine de San Sebastian, actualmente, terminó su etapa de rodaje y comienza a ser editada.

Rodaje en la Guajira

Todos en el equipo tienen experiencia en la participación y realización de cortos y películas en la ciudad, pero al adentrarse en la Guajira, comprendieron que en comparación “el trabajo en Maracaibo es una papayita”.

Para Sheri Ochoa, Asistente de Arte, “En la ciudad es fácil conseguir todo, aquí todo hay que traerlo de otras partes, pero Maracaibo no te da los paisajes que te da la Guajira. Para arte y Fotografía es genial trabaja aquí porque en la ciudad todo es algo repetitivo, edificios, casas, carros, pero aquí, en un mismo sitio puedes mirar hacia diferentes ángulos y encontrar lugares completamente distintos”.

Según Ochoa, el trabajo, en lugares como San Carlos, Isla de Toas, Los Puertos y Alitasia, fue una experiencia gratificante porque “pude conocer lugares que no había visto y conocerlos en esta experiencia, viviendo y trabajando en el lugar, te ayuda a crecer mucho como persona y como profesional”.

Similar a Ochoa opinó Manuela Planas, quien es Script en este film. “Conocer a fondo la estética Wayúu, su cultura, conocer lo que sucede en esta zona, es fascinante y conocerlo desde adentro y viviendo con ellos, te demuestra que el lenguaje no es limitante para nada”.

Desde el foco

Luisernesto Betancourt y Juan Toledo, son cooproductores y directores de fotografía de esta película, por lo tanto tienen un rol muy importante dentro de la misma. Para ellos la experiencia es diferente a las anteriores puesto que “el lenguaje que se maneja siempre en la Guajira es tipo documental, en este film la historia es de ficción y pasa en la Guajira”.

“El documental es una grabación itinerante y esta película no, sobre todo porque se graba mucho en lo que llamamos noche americana. No es el típico film donde se ve la guajira, aquí ella toma personalidad”, agregaron.

Para todos y cada uno de los que trabajaron en la realización de esta película, el convivir un mes en Alitalia y otros lugares fuera de la ciudad, los fortaleció como equipo y los enriqueció como personas, afloró el profesionalismo de cada uno, demostrando que hay talento para hacer buen cine venezolano.